La evaluación del aprendizaje es parte integral del proceso de diseño y
desarrollo curricular, por lo que tiene como referencias teóricas y técnicas
aquellas que se postulan en los Fundamentos del Currículo Nacional con las que
es congruente. Por tal razón, al hacer referencia a la Evaluación de los Aprendizajes se entenderá como “el proceso por medio del cual se recolecta
evidencia que permita establecer los logros de las niñas y los niños en cuanto
a sus aprendizajes para poder emitir juicios de valor y tomar decisiones”.
Los resultados obtenidos a través de la evaluación del aprendizaje
orientan la toma de decisiones sobre: modificar determinados procesos, cambiar
algunas estrategias, ampliar el tiempo dedicado a ciertos aspectos temáticos,
plantear diferentes actividades, promover cambios que hagan más participativa
la clase y otras, con el fin de introducir mejoras en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
En Educación Inicial, los resultados de la evaluación de los
aprendizajes se darán a conocer utilizando criterios cualitativos. Los
criterios establecidos serán concordantes
con los niveles de desarrollo y características del aprendizaje de las niñas y
los niños en estos niveles.
La evaluación en el aula de clase tomará como referente principal los
Aprendizajes Esperados propuestos en el programa de estudio, los cuales
especifican las evidencias de aprendizaje que desarrollarán las niñas y los
niños, en el entendido de que al lograr estos aprendizajes se están alcanzando
las competencias establecidas para cada Ámbito de Aprendizaje. Consecuente con
la tarea de elevar la calidad de los procesos educativos que se desarrollan en
el aula, la aplicación de los Programas de Estudio sugiere una evaluación de
los aprendizajes sistemática y continua tomando en cuenta los diferentes
momentos en que se realizará, por lo que al momento de planificar la evaluación
en el aula, es conveniente tomar en cuenta las siguientes fases:
Fase
I: La planificación de la evaluación; ésta implica dar
respuesta a las siguientes preguntas:
¿Qué
evaluar? Se trata de seleccionar qué ámbitos de
aprendizaje, qué actitudes y valores se evaluara durante una sesión de
aprendizaje, en función de las intenciones de enseñanza.
¿Para
qué evaluar? la información que se obtenga se utilizara
para detectar el estado inicial de los estudiantes, para regular el proceso,
para determinar el nivel de desarrollo alcanzado en algún ámbito de
aprendizaje, otros.
¿Cómo
evaluar? Se seleccionan las técnicas y procedimientos
más adecuados para evaluar las capacidades, conocimientos y actitudes,
considerando además los propósitos que se persigue al evaluar.
¿Con
qué instrumentos? Se debe seleccionar y/o diseñar los instrumentos más adecuados para registrar
los resultados de la evaluación. Es necesario considerar los ámbitos de aprendizaje
y los Aprendizajes Esperados, los cuales constituyen los referentes importantes
para optar por uno u otro instrumento.
¿Cuándo
evaluar? Es necesario definir el momento en que se
realizará la aplicación de los instrumentos. Esto no quita que se pueda recoger
información en cualquier momento, a partir de actividades no programadas.
Fase
2. La recolección y selección de información. La
obtención de información sobre los aprendizajes de las niñas y los niños, se
realiza mediante técnicas formales, semiformales o no formales. Para que la
información sea más confiable y significativa se debe proceder realizando
aplicaciones sistemáticas de técnicas e instrumentos y no del simple azar.
La información es significativa si se
refiere a aspectos relevantes de los aprendizajes.
Fase
3. Interpretación y valoración de la información. Se
realiza en términos del grado de desarrollo de los aprendizajes establecidos.
Se trata de encontrar sentido a los resultados de la evaluación, determinar si
son coherentes o no con los propósitos planteados (y sobre todo con los
rendimientos anteriores de las niñas y los niños) y emitir un juicio de valor.
En la interpretación de los resultados también se considera las reales
posibilidades de las niñas y niños, sus ritmos de aprendizaje, la regularidad
demostrada, y otros, porque ello determina el mayor o menor desarrollo de las
competencias y actitudes. Esta es la base para una valoración justa de los
resultados. Se valoran los resultados cuando se le otorga algún código
representativo que comunica lo que la niña o el niño fue capaz de realizar.
Hay diferentes escalas de valoración:
numéricas, literales o gráficas. Pero, también se puede emplear un estilo descriptivo
del estado en que se encuentra el aprendizaje de ellas y ellos, sobre todo en
Educación Inicial.
Fase
4. Comunicación de los resultados. Esto significa que se
analiza y se dialoga acerca del proceso educativo con la participación de las
niñas y niños, educadoras y, de las madres y padres de familia, de tal manera
que los resultados de la evaluación son conocidos por todos los interesados.
Así, todos se involucran en el proceso y los resultados son más significativos.
Los instrumentos empleados para la comunicación de los resultados son los
registros auxiliares del docente y para el caso de Educación Inicial el formato
de “Mis aprendizajes Alcanzados”, o el Boletín Informativo.
Fase
5. Toma de decisiones. Los resultados de la
evaluación deben llevarnos a la aplicación de medidas pertinentes y oportunas
para mejorar el proceso de aprendizaje. Esto implica volver sobre lo actuado
para atender aquellos aspectos que requieran readecuaciones, profundización, refuerzo
o recuperación. Es importante destacar que, en algunos casos, las deficiencias
que se producen pueden provenir tanto de las estrategias empleadas por la
maestra o educadora, como de la propia evaluación.
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